Un texto para recordar....



Esta es la historia sobre el texto que os he avanzado un poco hoy en clase:

Hace muchos años, cuando estaba trabajando como becaria en una agencia de publicidad, tuve un jefe que me sorprendió desde el primer momento. No hacía ruido, casi siempre observaba desde el silencio. Su cuerpo era fino y sus gestos, delicados. Llevaba una barba cana y unos ojos azules detrás de unas gafas de montura al aire. Esa sutileza en sus movimientos y en sus palabras hacían que, cada vez que hablaba, sus palabras tomaran una enorme importancia. Desde el primer momento, yo las esperaba y valoraba por encima de todas las de los demás. 

Un día, cuando ya se acababan mis prácticas, me dio un sobre. En él había una carta. Me dijo que la leyera tranquilamente y que esas palabras debía guardarlas en algún sitio importante porque podrían dar respuestas a muchas de las preguntas que me hiciera la vida.
No esperé a llegar a casa para leerla: me fui a  mi humilde mesa adosada a la suya en el despacho de nuestro equipo creativo y la abrí. Lo que decía en esa carta era esto:




Estaba en catalán que, por otro lado, es una lengua muy bonita y delicada también. 

Solo con el tiempo he sabido apreciar todo lo que con esas palabras escritas quiso decirme. Y sé que aun me quedan muchas cosas por interpretar y entender.
Aquí os lo copio en castellano. Espero que lo disfrutéis.


“Camina plácido entre el ruido y la prisa,
y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio.
En cuanto te sea posible y sin rendirte, mantén buenas relaciones con todas las personas.
Enuncia tu verdad de una manera serena y clara,
y escucha a los demás,
incluso al torpe e ignorante,
también ellos tienen su propia historia.
Evita a las personas ruidosas y agresivas,
ya que son un fastidio para el espíritu.
Si te comparas con los demás,
te volverás vano y amargado
pues siempre habrá personas más grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus éxitos, lo mismo que de tus planes.
Mantén el interés en tu propia carrera,
por humilde que sea,
ella es un verdadero tesoro en el fortuito cambiar de los tiempos.
Sé cauto en tus negocios,
pues el mundo está lleno de engaños.
Mas no dejes que esto te vuelva ciego para la virtud que existe,
hay muchas personas que se esfuerzan por alcanzar nobles ideales,
la vida está llena de heroísmo.
Sé sincero contigo mismo,
en especial no finjas el afecto,
y no seas cínico en el amor,
pues en medio de todas las arideces y desengaños,
es perenne como la hierba.
Acata dócilmente el consejo de los años,
abandonando con donaire las cosas de la juventud.
Cultiva la firmeza del espíritu para que te proteja de las adversidades repentinas,
muchos temores nacen de la fatiga y la soledad.
Sobre una sana disciplina,
sé benigno contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo,
no menos que los árboles y las estrellas,
tienes derecho a existir,
y sea que te resulte claro o no,
indudablemente el universo marcha como debiera.
Por eso debes estar en paz con Dios,
cualquiera que sea tu idea de Él,
y sean cualesquiera tus trabajos y aspiraciones,
conserva la paz con tu alma en la bulliciosa confusión de la vida.
Aún con todas sus farsas, penalidades y sueños fallidos,
el mundo es todavía hermoso.
Sé cauto.
Esfuérzate por ser feliz“.



Espero que os guste tanto como me gusta a mí. 
Ha sido un honor para mí poder ser vuestra profesora durante este año que recordaremos siempre (por varias razones). 

Marta

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